aveces nosotros como humanos y como seres racionales debemos pasar por situaciones sociales que te hieren y que te marcan, pero lo más simpático de la situación, es que no son las personas las que propician y te dejan marcas de por vida , ni son las situaciones mismas las que te afectan de verdad (claro está sin quitarle ningún tipo de responsabilidad a aquel ser que obró en contra nuestra por causa de sus debilidades), sino somos nosotros los que nos convertimos en nuestro peor enemigo , recordamos el suceso y no lo achacamos dentro de nuestro ser, nos apropiamos de las cosas negativas que surgen de esas situaciones y no lo adherimos como si este fuera el mejor de los vestidos de gala para usar.
suena idiota pero lamentablemente lo es, nuestro lado racional se pierde cuando estamos heridos y la sensibilidad esta a flor de piel, no vemos más allá de lo que significa, ni lo que sucede y y ni siquiera lo que somos, todo se difusa de una manera tan borrosa que es casi imposible avanzar sin ver el camino que se deslumbra adelante, hay personas que se quedan en el camino, fijándose en la dificultad y lamentándose de lo que cree ser pero que no es.
la solución o por lo menos la manera mas adecuada, es dejar esas cadenas al lado, verlas y comprender las como algo que te pesan y que no es conveniente llevar, si se es consciente de las capacidades de uno mismo y de su propio ser, es posible que estas dificultades no se ajusten a ti ni se prendan como sanguijuelas en tu vida.
nunca creí que realmente fuera yo la clase de persona que pudiera dilucidar este tipo de situaciones pero heme aquí mas maduro y grande de espiritualidad, he aprendido a conocerme y apreciar mis cualidades y a reconocer mis defectos, aún queda mucho que aprender pero eso se lo dejo al tiempo que del mismo modo el camino es largo y cada parte tendrá su lección
No hay comentarios.:
Publicar un comentario